La nariz tiene una variedad de funciones: es un órgano sensorial, respiratorio y tiene una importancia estética especial ya que es el elemento central de la cara. Debido a esto, la rinoplastia (cirugía estética de nariz) es una de las cirugías más complicadas.
En mi experiencia, los problemas estéticos y funcionales de la nariz casi siempre coinciden. Razón por la que al realizar una rinoplastia, uno siempre debe de tratar de obtener el mejor resultado estético posible sin alterar el funcionamiento nasal.
En las ultimas dos décadas, se han dado los avances más significativos en rinoplastia. Sin embargo, a pesar de que las técnicas han sido refinadas y mejoradas, el resultado final de cualquier rinoplastia se desarrolla como consecuencia de la anatomía unica de cada paciente y la habilidad del cirujano en correctamente diagnosticar exactamente los componentes anatómicos de cada persona.
El cirujano debe juzgar por inspección y palpación la textura de la piel, el tejido celular subcutáneo, la musculatura facial, la fuerza y el soporte de la estructura cartilaginosa y ósea de la nariz. La creación o preservación de la función normal de la vía aérea es esencial.
La rinoplastia contemporánea está basada en los cambios conservadores y sutiles. En lugar de sacrificar grandes segmentos de cartílago o hueso, se ha desarrollado una filosofía de preservar y reorientar tejidos que a largo plazo sanen y cicatricen pre-visiblemente para obtener así buenos resultados a largo plazo.
El cirujano de rinoplastia debe desarrollar un concepto anatómico artístico a la hora de estudiar la anatomía nasal. Debe de desarrollar un “ideal normal” junto con las expectativas claras del paciente.